miércoles, 1 de diciembre de 2010

Los Organismos Económicos Internacionales: BM, FMI, OCDE y GATT-OMC

El actual sistema de organización económica internacional comenzó a gestarse tras la II Guerra Mundial y sobrevive a un proceso paralelo de globalización, aunque sus transformaciones han sido más lentas que las experimentadas por la propia globalización. Las raíces de la globalización son antiguas pero han ido aflorando con intensidad en los últimos años. Los organismos económicos internacionales ocupan un lugar fundamental en el funcionamiento de la organización internacional, conocer su evolución y características es un paso obligado para el análisis de la economía mundial.
El sistema de Naciones Unidas es el eje esencial de las relaciones internacionales.
Entre los organismos económicos de ONU destacan el Fondo Monetario Internacional
(FMI), el grupo del Banco Mundial y la Organización Mundial de Comercio (OMC). Naciones Unidas cuenta también con otros numerosos organismos que configuran un amplio abanico de acciones políticas y sociales. Obviamente la existencia de organismos internacionales no garantiza que los problemas fundamentales de la economía mundial reciban un tratamiento adecuado. Ejemplos de temas sin resolver son la pobreza, la desigualdad, el sobreendeudamiento del Tercer Mundo, etc.

El FMI fue concebido como el elemento central del sistema financiero internacional establecido en Bretón Woods en 1944. Desde entonces, su papel en la estabilidad de las finanzas internacionales ha sido fundamental y ha ayudado a los países que atravesaban problemas de desequilibrios en sus cuentas exteriores centrándose en las últimas décadas en la ayuda a los países en desarrollo. Pero su particular tendencia a aplicar los mismos análisis y las mismas soluciones sin distinguir en lo sustancial la situación concreta de cada país en muchas ocasiones ha terminado siendo perjudicial para las naciones en desarrollo

El Banco Mundial y sus agencias y bancos regionales se han especializado en hacer llegar a los países en desarrollo una parte (pequeña) de los recursos financieros que necesitan.
Originariamente atendía necesidades de reconstrucción pero esta tarea quedó eclipsada pronto por el objetivo de contribuir en la financiación de proyectos de desarrollo del Tercer
Mundo. Esta última tarea esta limitada por la escasez de recursos en comparación con las necesidades existentes pero también porque el Banco Mundial suele adoptar los mismos criterios de condicionalidad aplicados por el FMI.

La OMC es el tercero de los pilares del orden económico internacional vigente. Su acción se circunscribe al ámbito comercial. Fue creada en 1994 heredando las funciones que hasta entonces había desempeñado el GATT (General Agreement on Tariffs and Trade).
Gracias a la OMC (y al GATT anteriormente) se ha articulado un sistema de comercio mundial basado sobre los principios fundamentales de no-discriminación y de negociaciones multilaterales evitando (o al menos atenuando) recesiones en el comercio mundial. Los intercambios internacionales han experimentado un crecimiento importante en los últimos años, al tiempo que se reducían los obstáculos al comercio y se arbitraban algunas iniciativas (tímidas) de apoyo a las exportaciones de los países en desarrollo. Sin embargo la ayuda a los países pobres mediante una apertura comercial específica capaz de fomentar sus exportaciones sigue siendo uno de los grandes temas sin resolver. Los países ricos son reacios a abrir sus mercados agrícolas y textiles.

La OCDE es esencialmente un organismo de cooperación internacional de los países desarrollados cuyas funciones fundamentales consisten en la coordinación de las políticas de los países industrializados. Esta coordinación se realiza en algunas ocasiones mediante la celebración de cumbres como las del G-7 que carecen de estructura institucional formalizada pero permiten a los principales líderes mundiales actuar conjuntamente en temas de especial trascendencia.

En el caso de argentina a sido uno de los países que a segido al pie de la letra las recomendaciones del las organizaciones mundiales, en este caso a la FMI, por lo que el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner rompió relaciones con dicho organismo internacional acusándolo de haber perjudicado al país con sus recetas neoliberales. Pero ante un Chávez ya ausente para adquirir deuda argentina, mercados internacionales cerrados para el país y una caja que se reduce día a día con el deterioro de la economía y el contexto externo adverso, el FMI está dejando de ser “el malo de la película” para Argentina para convertirse en un posible aliado clave.

Se puede decir que Argentina ha atravesando por un año en el 2009 más que complicado con poco margen de maniobra y numerosas tensiones en su economía. Y si bien el programa financiero está cerrado para este año, no le cae para nada mal a la Argentina comenzar a recomponer los canales crediticios internacionales para reducir la incertidumbre sobre su capacidad para sostener la estabilidad económica en este contexto turbulento. Y su relación con el FMI podría ser el primer paso.
En los acuerdos alcanzados en la reunión del G20 le generaron a la Argentina casi US$ 3.000 millones de manera automática a través de los denominados Derechos Especiales de Giro (DEG) que le otorgarán un cierto alivio en un año electoral en el cual el contexto internacional le es claramente adverso.

En Argentina, el Banco Mundial apoya programas que tienen como objetivo fomentar el crecimiento económico sostenido con equidad, promover una mayor inclusión social, e impulsar mejoras en la gobernabilidad. Nuestro programa se centra mayoritariamente en préstamos de inversión. Contamos con 27 proyectos y 7 donaciones por unos $4.460 millones de dólares para financiar proyectos de salud, educación, infraestructura, protección social, reformas provinciales, medio ambiente y parques nacionales, entre otros. Junto a la asistencia crediticia, el Banco desarrolla trabajos analíticos, como estudios sobre las fuentes de crecimiento, sobre la situación de la pobreza o el gasto publico.
La Argentina es miembro de la OMC, desde el 1º de Enero de 1995. Más allá de los tradicionales procesos de negociación, se han estado perfilando formas alternativas y complementarias para lograr los mismos objetivos de apoyar la colocación de las exportaciones.
Un ejemplo de herramienta útil para mejorar nuestra posición en terceros mercados es el Entendimiento para la Solución de Diferencias (ESD), de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Dicho Entendimiento regula todo un procedimiento, destinado a resolver controversias comerciales entre Estados Miembros de la OMC.
La Argentina ya tiene alguna experiencia con este sistema, derivada fundamentalmente de ser uno de los países en desarrollo al que le han presentado mayor número de "solicitudes de consulta" bajo el ESD u otros instrumentos conexos al mecanismo de solución de diferencias de la Rueda Uruguay (18 solicitudes de consultas hasta septiembre de 2002).
A su vez, Argentina, junto con Corea e India, integra el grupo de países en desarrollo de la OMC que tienen el mayor número de procedimientos (o "paneles"), en distintas etapas de desarrollo, abiertos en su contra, ¿ esto es per se bueno o malo?
Básicamente podría argumentarse que es neutro, en el sentido de que no es más que un reflejo de las "nuevas reglas" que surgieron de la Rueda Uruguay y que autorizan a un socio comercial de la OMC utilizar una herramienta legítima, como es el ESD, para garantizar su acceso a un mercado.
En la misma estructura del Estado que tiene la responsabilidad primaria de llevar adelante las negociaciones comerciales internacionales. De la misma forma que las negociaciones arancelarias son un asunto Estado-Estado, la resolución de las disputas comerciales en el sistema de solución de diferencias de la OMC, son también una disputa Estado-Estado, que se resuelve aplicando Derecho Internacional Público.
Definidos los pre-requisitos (oferta exportable, potencial incumplimiento y respaldo del sector privado interesado), así como la modalidad de defensa de los intereses (esto es invocando el ESD) sólo resta cubrir la brecha que nos separa de nuestros socios desarrollados y nos limita en el uso de esta opción. Esto es, la existencia de escasos recursos, tanto humanos como presupuestarios, así como estructuras en el Estado para llevar a cabo esta tarea.
Nuestros socios desarrollados de la OMC, con la experiencia de más de 50 años de disputas en el GATT, tienen los recursos humanos y la estructura en sus administraciones públicas para defender adecuadamente los intereses de su sector privado en terceros mercados.
La Argentina, con compromisos que pueden ser exigidos internacionalmente mediante el ESD desde 1995, está en un proceso de formación acelerada de los recursos humanos que puedan cubrir esta nueva y esencial función del estado en lo que a su acción diplomática se refiere.
Cabría reflexionar sobre ¿cuánto más podríamos mejorar nuestras exportaciones si fuéramos nosotros también demandantes en forma sistemática?
Esto sin contar el valor agregado que se generaría para nuestra capacidad negociadora, al ser percibidos como un socio comercial que cuenta con los instrumentos en su administración pública que le garanticen un "enforcement" efectivo de sus derechos.



BIBLIOGRAFÍA
Organización económica internacional y globalización, José Antonio Nieto Solís; Ed. Siglo XXI
http://www.onu.org.ar/viewpage.aspx?20
http://www.inai.org.ar/novedades_pdf/ARGENTINA%20EN%20LA%20OMC.pdf
http://www.argentina.ar/_es/pais/C5176-el-banco-mundial-destaco-la-importancia-de-la-auh.php
http://www.tesisenxarxa.net/TDX-0105104-132455/index.html
http://www.argentinatradenet.gob.ar/sitio/datos/Apoyo

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