viernes, 3 de diciembre de 2010

La Economía y sus instituciones: Más allá del consenso de Washington.

Desde que John Williamson, un distinguido economista del Institute for International Economics, inventara en 1989 la expresión Consenso de Washington para referirse al conjunto de recetas de políticas y estrategias de desarrollo defendidas en los años ochenta por las instituciones gemelas de Bretton Woods y por el gobierno de Estados Unidos (Williamson, 1990), mucho se ha escrito sobre la cuestión. El Consenso de Washington se ha convertido incluso en una marca global, usada en ocasiones sin respeto alguno por las intenciones de su creador y por sus contenidos (Naím, 2000). Además, en años recientes han proliferado propuestas para matizar o superar el Consenso. Las más audaces han llegado a proponer un Post-Consenso de Washington que podría desembocar en un necesario cambio de paradigma (Gore, 2000) en lo relativo a cuestiones de desarrollo económico
En el Consenso de Washington de 1989, se plantean 10 instrumentos de política para llevar adelante el objetivo de un sistema capitalista mundial basado en la libertad del mercado para operar, donde predominan los más "aptos", en una especie de "darwinismo social", donde la vida social se concibe gobernada por las leyes de la competencia y del conflicto, llevando a una selección natural de la supervivencia del más apto y a la eliminación del más débil.
El denominado "consenso" en realidad, fue un documento adoptado a partir de una reunión realizada en Washington en 1989, entre académicos y economistas norteamericanos, funcionarios de gobierno de ese país y funcionarios del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. No fue un consenso de la "comunidad internacional" en un debate amplio sobre las necesidades y las opciones del mundo hacia el Siglo XXI.
Los Diez Puntos del Consenso:
1) establecer una disciplina fiscal;
2) priorizar el gasto público en educación y salud;
3) llevar a cabo una reforma tributaria;
4) establecer tasas de interés positivas determinadas por el mercado;
5) lograr tipos de cambio competitivos;
6) desarrollar políticas comerciales liberales;
7) una mayor apertura a la inversión extranjera;
8) privatizar las empresas públicas;
9) llevar a cabo una profunda desregulación; y
10) garantizar la protección de la propiedad privada (1).
Se confiaba que con el Consenso y como consecuencia de la globalización, iban a aumentar las tasas de crecimiento económico y que iba a disminuir significativamente le pobreza y la inseguridad. Que el flujo de capital y el crecimiento de las exportaciones promovería el desarrollo de sectores con un uso intensivo de la mano de obra. Eso no ocurrió. La disminución del índice de pobreza, en realidad fue reflejo de la disminución de la tasa de inflación acompañada por un breve crecimiento del PBI y no como consecuencia redistributiva de la riqueza financiera y comercial. En muchos países aumentó el desempleo formal o el empleo informal, o ambos, como por ejemplo, en Argentina o en Nicaragua.

El crecimiento de las exportaciones estuvo centrado en sectores de uso intensivo de los recursos naturales y la brecha salarial entre mano de obra calificada y no calificada, creció ). La inseguridad económica para los pobres y la clase media, vinculada a la inseguridad laboral y a la volatilidad de los ingresos, tendió a crecer.

Hoy en día una de las criticas mas importantes es que en el consejo de Washington nunca se tomaron en cuenta las instituciones lo cual es una de las grandes debilidades de estas políticas , que se basaron tanto en el mercado y sin tomar en cuenta uno de los pilares que sostiene este mismo.

PUBLICADO POR: JESUS ANTONIO EUSTAQUIO CALVARIO


http://sisbib.unmsm.edu.pe/bibvirtualdata/publicaciones/economia/24/a04.pdf
http://csis.org/files/media/csis/pubs/pp0405bradford_sp%5B1%5D.pdf
http://www.economia.unam.mx/publicaciones/econunam/pdfs/07/02J_A_Ocampo.pdf
http://sisbib.unmsm.edu.pe/bibvirtualdata/publicaciones/economia/24/a04.pdf

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