jueves, 23 de septiembre de 2010

EFICIENCIA DEL ESTADO

Podemos decir que el institucionalismo es una alternativa frente a los enfoque neoclasicos. Principalmente  los neoclasicos plantean que para que  unpais tenga desarrollo debe tener; los precios correctos, mercados que actuen libremente, que garatincen  los derechos de propiedad y que la economia se abra al libre trancito de mercancias y capitales y sostiene que una funsion unica de produccion; donde la tecnologia es una receta que se puede copiar y que  las empresas de un pais con salarios bajos pueden competir exitosamente en el mercado munial frente a empresas con alta tecnologia.
Sin embargo para los institucionalistas, no son suficientes los precios correctos, y que muchos casos desmienten las tesis neoclasica. Es mas a diferencia de los neoclasicos sostiene de que es un hecho que el estado interviene en la economia.
Un desacuerdo de los intitucionalistas con los neoclasicos es que ellos argumenta que  un pais con salarios bajos, puede reurrir a la IED, o a mayores devaluaciones para aumentar su competitividad. Para los institucionalistas dicen que  los paises no pueden aumentar su competitividad si los sistemas de infrestructura y educacion son debiles y no estan desarrollado.

El enfoque marxista es un poco mas similar al institucionalista, por la participacion del estado, sin embargo son diferentes por que el enfoque institucionalista es casi exclusivamente de “técnica de organización institucional”, mientras el marxismo pone el acento en las relaciones sociales. Asi mismo dentro de la teoría de Marx la acumulación del capital está acicateada por la competencia –entendida como una guerra entre los capitales- y por lo tanto opera bajo la constricción de la necesidad de las mejoras tecnológicas y de evitar el sobreendeudamiento. Los capitales que no cumplen estas condiciones son “sancionados” con la desvalorización. Según las tesis institucionalistas estas cuestiones pasaron a segundo plano en los países asiáticos, merced a la intervención del estado.

Un institucionalista importante es Evans, el cual defiende la idea del control por parte del estado, pero sostiene que la clave del éxito está en generar una situación que llama de “autonomía enraizada”. Esto significa que el estado debe ser autónomo con respecto a las empresas para no ser presa de los intereses de éstas; pero al mismo tiempo debe estar compenetrado de sus problemas, o sea, debe estar “enraizado” en el capitalismo local. Para esto es necesaria la creación de una burocracia weberiana, reclutada de manera selectiva, que ascienda por méritos, con buena remuneración, y coherente. Esta burocracia estaría sometida a una tensión entre el aislamiento necesario para resistir las presiones de los capitales individuales, y la necesidad de mantener una conexión con el capital. De esta manera se evita la corrupción de la burocracia y/o su cooptación por parte del capital privado; así como también que se aísle en una torre de marfil, con respecto a las necesidades de la economía. Esto es lo que habría sucedido en los países asiáticos de desarrollo exitoso. Según Evans, esta autonomía enraizada permite que el estado actúe como custodio, al regular las relaciones inter-capitalistas; como demiurgo, generando empresas estatales; como partero de empresas privadas y como administrador de empresas privadas para hacerlas más eficientes. En cualquier caso la contribución del estado al desarrollo sería decisiva. La concepción tecnocrática de la organización del estado y su rol lo llevan a Evans incluso a intentar cuantificar la relación que postula; por ejemplo, midiendo el tiempo que los burócratas pasan con los capitalistas

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